Suplicio

Viviendo en un suplicio, que eterno parecía, ella desde hace mucho buscaba una salida. Había sufrido tanto, ya ni recordaba desde cuando y pensaba que el daño hecho en su alma quedaría. Con ganas de olvidar, de superar su sufrimiento. Ahí, en la oscuridad se hizo un planteamiento:

"Feliz sería, si nada de esto pasara, pues mi corazón sangra y llora y grita, pero... también las ganas de luchar no se me quitan, la forma debo encontrar de ya no sufrir más."

Pero, ¿qué era lo que a su vida sucedía? A partir de aquel momento, lejano pero dentro de su pensamiento, ¿era acaso sólo odio y dolor lo que sentía? No, era algo más, sólo que en la situación en la que se encontraba explicarlo no sabía. Pero revolviendo entonces en sus pensamientos, dio con algo extraño, fuerte y malo y así descubrió la causa de todo el daño.

Sí, era él y solamente él quien provocaba aquel suplicio. Decidida a olvidar, a enfrentar el miedo extraño que a su débil corazón comenzaba a desmembrar, se levantó de la oscuridad y camino con la frente en alto, hacia adelante y sin voltear atrás.

Y fue así que logró reconocer, toda la fuerza que en su ser había y olvidar nunca podría el día que ante la vida se irguió para ya no sufrir más.